Me veo, soy yo, soy lo mismo, me reconozco y no,
me entiendo, me dibujo, me interpreto,
me rehago, me rebusco, me doy…
Creo que era Nietzsche el que decía que no hablar de uno mismo era una refinada forma de hipocresía... por eso hoy describo con menos temores y más egos a la autora de esto, a la anarquista, narcisista completamente imperfecta, que suele ser hipocondríaca, paranoica e intolerante, que también puede ser sarcástica y sutil, y que pese a ser resentida, hostil y cruel es quebrantable y etérea...
Como el cometa que nadie vio.
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